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lunes, 11 de agosto de 2014

Bella y Bestia 2.0, parte 6

Paseando por la avenida principal de la ciudad, con su música, pensando. Todo aquel que se ponía por delante suyo se debía apartar. Caminaba mirando el suelo pero le daba igual todo, tan solo levantaba la vista para cruzar los pasos de peatones. En su cabeza daban mil vueltas aun esa chica de la playa, esa chica en la cual era incapaz de para de pensar. "¿Que coño te pasa tío? REACCIONA"- se repetía a si mismo, congelado mentalmente por su propio subconsciente. Ya no escribía, solo escuchaba la radio, esas canciones tipicas que ponen en cualquier discoteca que él jamás había pisado. Sacudió la cabeza y cuando se quiso dar cuenta vio un par de piernas delante suyo, estáticas y como vio que no se apartaban tuvo que levantar la cabeza. Su sorpresa fue mayúscula cuando al levantar la cabeza su corazón le dio un vuelco.

Ella se levanto pronto hoy, tenia fuerzas y ganas por vivir. Era la primera vez que no pensaba en su ex con pena sino como algo del pasado, "por fin"-pensó- "he pasado pagina". Eso si otro hombre seguía rondando su cabeza. Ese chico vecino suyo "tan raro" que se encontró en la playa. Esa mirada que la atravesó y la desnudó en tan solo unos segundos. Tras el café y un desayuno digno de anuncio de televisión decidió, en un ataque de locura, salir a buscar a su vecino para hablar. Ella no sabe por que lo hizo, pero sin pensar se vistió con unos vaqueros, sudadera, llaves, móvil, ya estaba lista para buscar a ese chico enigmático. Saliendo de su portal, no sabia donde ir, solo sabia cual era la ventana de ese chico pero llevaba semanas sin verle. Justo desde el día de la playa y se encendió esa idea en la cabeza. Pillo el coche y dispuesta a todo fue a esa cala mágica dispuesta a encontrarlo allí, cruzando la ciudad en un paso de peatones le vio dirigiéndose a la plaza mayor. No dudó ni un instante, aceleró y aparcó en un sitio para inválidos. Daba igual todo solo quería correr, no podía seguir con esa espina clavada en su corazón. Corrió todo lo que le daba su cuerpo y allí le vio al fondo andando con la cabeza mirando al suelo como derrotado, justo con ese halo de derrotismo  que tanto la intrigaba.

Levanto la cabeza y se encontró con esos ojos que tanto habían mirado sus pensamientos, que tantas veces los había dibujado en el margen de la libreta por que no encontraba inspiración. Se puso muy nervioso, tanto que empezó a sudar. Ella estaba sonriente enfrente de el con una respiración rápida y un poco entrecortada de correr. Se puso una mano en el pecho por que su corazón estaba a punto de salirse de su hueco, lo que no sabia por que era, o bien porque estaba enfrente de él, o bien por el sprint.

Ambos sonreían sin darse cuenta y de repente todo fluyó como si se conociesen de toda la vida, empezaron a hablar al principio poco a poco y después ya nada podía pararlos. Pasaron todo ese día juntos riendo, hablando, escuchando música, mirando el mar juntos. Y justo en el primer sitio donde se vieron por primera vez él sin pensarlo demasiado la besó. El tiempo se ralentizaba, todo ese momento fue sencillamente perfecto para ambos. Su vida cambiarían radicalmente para siempre.



Gracias por leerme,

Mario




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