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sábado, 19 de julio de 2014

Nobody To Love

Sombras que avanzan, negra oscuridad que te atrapa con sus tentáculos de amargura y depresión. Pedregoso camino lleno de espinas y rosas. Belleza que traspasa la fina capa de tu piel y te hace sangrar. Punzadas de dolor en el corazón, deshidratación emocional y bajón físico, síntomas de un desamor anunciado por televisión.

Nadie a quien amar, nadie a quien decir te quiero, nadie a quien abrazar, nadie a quien mirar a los ojos durante horas sin necesidad de contar nada, nadie a quien decir que es lo mejor, nadie a quien acariciar su pelo mientras duerme contigo.

Mientras las pasadas lamentaciones acechan unas nuevas nacen pero jamás me rendiré, seré mejor de lo que soy hoy y menos de los que seré mañana. Nada ni nadie cambiará mi pasado, que por momentos fue feliz, que menos que intentar convivir con el y aceptar las cosas como son. No pediré perdón por ningún error, no pediré perdón por los errores ya cometidos. Solo remediarlo, solo no volver a caer en lo mismo. No volvere a caer en la misma red, porque la vida no es una noria, la vida es una montaña rusa. Unas veces estas arriba comiéndote el cielo y otras estas aquí abajo.

El amor es como el agua entre las manos en un desierto. Precioso cuando lo tienes, desearías beberlo y que jamás se acabara pero cuando te quieres dar cuenta el agua se filtra entre las manos. Se pierde y desaparece entre la arena, evaporado ese amor olvidado y solo quedan los restos en las manos lo que de en un tiempo pasado era amor. Restos húmedos que pronto se secaran por culpa del sol que es la esperanza de que algún día seras feliz.


Nadie a quien amar, nadie a quien hacer feliz, nadie con quien compartir mi próxima felicidad latente. Por que ya toca subir a flote. Levanta las manos, coge aire y cuando estés arriba empieza a gritar disfruta de la caída.


Gracias por leerme,


Mario.






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