Esto son cadenas que me atan fuerte y de forma inflexible mi garganta se cierne sobre un triste y negro final. Me atraganto con las palabras, me enredo entre mis dedos pero siempre ocurre lo mismo cuando quiero expresar mi angustia y soltarlo afuera.
Os contare un secreto a voces, llevo tiempo sin llorar por aquello que aun me come las entrañas de mis pensamientos todas las noches. Sé que el día que consiga desahogarme realmente, podré empezar a mirar arriba y empezar a subir esa enorme montaña llamada "comenzar una nueva vida".Sé que si subo la montaña sin desahogarme es posible que deba parar muchas veces por el camino o que me quede debajo de la lluvia inmóvil, esperando solo que si en ese momento empiezo a llorar las lagrimas se oculten bajo el velo transparente que es la lluvia.
Cadenas forjadas con los prejuicios, malos momentos que mejor no remorar y miedo a darme cuenta que quizás el error fui yo. Yo y otros pronombres es una forma coloquial de egoísmo y narcisismo, seria mucho mejor llamarnos a nosotros mismos por nuestros nombres. Nombres que resuenan en mi cabeza, golpean una y otra vez mi raciocinio, mi cordura y mis recuerdos son aplastados por esos nombres que cuando menos lo deseo remueven mi conciencia y me obligan a sufrir.Sufrimiento, eso es la vida que nos ha tocado vivir, sufrimiento y sacrificio.
Esto son cadenas que me atan fuerte y de forma inflexible mi garganta se cierne sobre un triste y negro final. Me atraganto con las palabras, me enredo entre mis dedos pero siempre ocurre lo mismo cuando quiero expresar mi angustia y soltarlo afuera.
Gracias por leerme,
Mario.
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