Vistas de página en total

miércoles, 7 de mayo de 2014

Bella y Bestia 2.0, parte 1

Concédeme un instante, quizás consideres este texto interesante. Este cuento que voy a contar solo existe en vuestra imaginación, solo quiero que esta vez, si de verdad, que lo leáis.

Mientras un cigarro se consumía sobre un cenicero, mientras de fondo se oía un incesante tecleo, alguien estaba como loco escribiendo en ese ordenador viejo acostado al fondo de la habitación. Era un hombre, con bastante pelo, tanto que se podría decir que era un ser de pelo. Tenia pinta de desaliñado, típico chico que estaba absorto en sus cosas, zapatillas rotas, camisa de cuadros remangada, gafas de pasta, sin afeitar desde hace meses y el pelo "al natural".Jamás le importo lo que pensasen de el, de echo su humor, su música, su forma de ser era tabú en la sociedad actual. El no era mas que lo que se veía, no tenia mas vida que la que mostraba y demostraba.

Tecleaba a la máxima velocidad que le daban su dedos, pensando lo que escribía después de hacerlo,sus ideas eyaculan sobre el teclado a través de sus dedos. Sus ideas no eran, mas que pensamientos aleatorios sobre el desamor, no era mas que su corazón, sobre Internet. La habitación, era de un color cadmio tirando a marrón, seguramente por los años de descuido y uso del inmueble.  Una mesa donde estaba el ordenador, un café lleno de cigarros y una cama sin sabanas con un saco de campamento verde tirado encima, una almohada tirada y sin funda. Había tambien una puerta cerrada con 4 cerraduras, como si ocultase algo de valor dentro de ese inmueble. 

Lo mas valioso que había allí, era él.

Mientras tanto, al otro lado de la calle, se alzaba una mujer recién levantada de la cama. La cama era como su inquilina, blanca como la nieve. Solo sus ojos verdes y sus pestañas alargadas eran lo único que desentonaban a lo largo de toda la habitación. La habitación estaba en completo silencio, no se oían los pasos, solo se oían incesantes risas por lo bajo y como la felicidad en el ambiente. Ella solo necesitaba sus maquillajes para seguir adelante, la vida de ella daba vueltas alrededor de esos "polvos" que la hacían coger mas confianza, si no salia maquillada se sentía desnuda. Lo cual nos lleva a conocer a ese chico que oculto entre las sabanas, que se levantaba, rápidamente y haciendo ruido, no llevaba nada salvo una muda negra. El chico no era mas que un cuerpo, sabia lo que hacia, sabia lo que se traía con ella, sin embargo no era reciproco. 

Ella como era? os preguntareis, la descripción la entenderéis al final de la segunda parte.

Gracias por leerme, 

Mario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario